miércoles, 26 de marzo de 2008

Camino


Camino
En cada lugar donde hoy crece un jazmín, una acacia suspira por las abejas, un sorbo de luz suspende el polvo de un cuarto, alguna vez sonreí como un niño de alas tenues.
Para llegar a ser, he atravesado albos cielos de júbilo, extensas planicies con campanas.
Tras cada manantial, urgente brisa de plumas, aire morado atardecido, me escondí, hombre sentado en el costado de la esperanza, viéndome venir.
Para estar aquí he probado las granadas más rojas del edén. Su jugo ha enjoyado mis dientes.
Allí, donde es más inocente el desierto, en el punto desde donde tu mano comienza a desplegarse hacia los demás, en el rectángulo de sol donde el viejo pone su silla, exactamente en esos espacios tragué saliva, inminente amante.
Mi hora fue un vino ahí, agazapado cerca del alma.
Pero luego, donde el camino hacía un recodo sombrío, donde la casa guardaba los fantasmas de las pequeñas traiciones, donde lo pulido se hizo arista cortante, un pájaro de ceniza, para siempre, cesó el trino.
Entonces, mis pasos superaron horizontes de fango, tensando mis músculos hasta desfallecer, hasta poder volver.
Ahora, bajo todas las estrellas perdidas en las noches de septiembre, cerca de un jardín en plenilunio de azahares (más estrellas), junto a los gatos canallas que acechan en los muros descascarados, sigo buscando, brújula orientada hacia mi centro.
Mi cuerpo es un mapa donde hollar los viejos viñedos perdidos, las míticas uvas del sol, los surcos por donde viajaron tus ojos hacia mis raíces.
Entre ciclos de mármol, galerías de lava sólida, bosques monótonos, mudas telarañas, resiste mi resplandor, mi carcajada, mi voz.
Aunque me diga: Pero, no todavía.
Aunque pregunte: Cómo, entonces, el vino? Cómo, entonces, el agua? Cómo, entonces, la sangre?
Bailo una música hecha de vino, fresca de agua, roja de sangre que amanece. Aprendo cada día, ingenuos pasos de baile con la madre tierra.
Camino. El otoño sucede.

2 comentarios:

Liliana Sáez dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...
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